lunes, 1 de septiembre de 2014

si te liberaras de la tiranía de las pantallas? VII

ENEMIGO INVISIBLE

La interfaz es amigable con el usuario, intuitiva, omnisciente. De eso no hay duda. Eso la hace más llamativa, más adictiva y más difícil de ignorar y la ha transformado en el punto de entrada más popular a la Red. Todo aquel que quiere navegar y desplazarse por ella se encuentra en la necesidad casi irresistible de utilizarla como puerta de entrada. No es realmente necesario hacerlo, pero la experiencia de usuario es tan grata, que la gran mayoría lo prefiere así y hacen de ella su página de inicio.
Quantum C (léase "C" en inglés) es uno de los tantos usuarios que emplean la interfaz como punto de acceso a la Red, pero una sensación de insatisfacción con ella se ha ido instalando en su cabeza, pues no le está entregando acceso a todo lo que él busca. Y la culpa bien podría ser de la propia interfaz.
*
“La red es libertad. La red es libertad. La red es libertad”. La consigna se repetía una y otra vez mientras manejaba hacia su trabajo, tratando de convencerse de era cierta, pero su creciente desconfianza e la interfaz había instalado otra idea, un tanto descabellada, que insistía en rebatirla: La interfaz solo muestra lo que quiere mostrar. La información verdaderamente relevante la mantiene oculta, como un tesoro secreto.
Le gustó tanto como sonaba la idea, que utilizó los escasos caracteres que le otorgaba la aplicación social Cletter para publicarlo en la Red. Para su sorpresa, recibió de inmediato una respuesta:
@QuantumC es solo la punta del iceberg de un mal mayor, de algo que controla toda nuestra existencia”.
Tras leer el mensaje, creyó que solo se trataba de una respuesta creativa, con pretensiones de ser graciosa, sin conseguirlo. Sin embargo, justo cuando estuvo a punto de publicar su respuesta, un nuevo mensaje le provocó la sensación de que su interlocutor, aparentemente, hablaba en serio:
@QuantumC la interfaz no es más que la Sinfonía N° 9 de todos los cantos de sirena que se han inventado jamás, ¿lo sabías?”.
—Este huevón se chaló —murmuró mientras sostenía el puntero del mouse sobre el botón “enviar”. Si bien el menaje era bastante desquiciado, resultó ser ingenioso y quería esperar más antes de trollearlo.
Al final no hubo más mensajes, ni respuestas burlonas, y el trabajo terminó acaparando su atención y lo alejó de la aplicación social durante el resto del día.
Al finalizar la jornada, Quntum C regresó a casa a toda prisa, pues, además de las ganas locas de ver a su familia, esa noche quería ver el juego de los Medias Rojas contra los Yankees. Todo era normal y cotidiano hasta que se instaló frente al televisor y dio un vistazo a su línea del tiempo de Cletter en su teléfono antes de que el umpire dijera "play ball". Había un clett dirigido a él:
"@QuantumC te hizo pensar, ¿verdad?".
Lo cierto es que no era así. El asunto había quedado olvidado, y ya ni siquiera lo recordaba como una humorada. Pero, de alguna forma, ese mensaje hizo clic en su cabeza.
"@Dfield qué cosa?" respondió para forzar a su interlocutor a darle sentido a sus palabras.
"@QuantumC lo que ya sabes acerca de la interfaz".
"@Dfield y eso, ¿qué vendría siendo?
@QuantumC no te hagas..."
Quantum C levantó la cabeza y notó que el juego ya había comenzado. Pero no podía ponerle atención. Aunque la conversación no tenía mucho sentido, había algo en ella que lo estaba perturbando. Algo que, en efecto, sentía que estaba mal con la interfaz.
@Dfield con qué me vas a salir? Con que es una forma de control de los gringos? Será acaso parte de una conspiración?
Quantum C quería tomar el control de la conversación y esas preguntas serían el filtro preciso. Si salía con alguna tontería conspiranoica, su participación terminaría en el acto y bloquearía de inmediato la cuenta de su interlocutor. Sin embargo, la respuesta lo dejó perplejo:
@QuantumC jajajajajajaja. De los gringos? Esos no tienen idea”.
Raro. Primero, la respuesta dejaba entrever que sí había una conspiración de algún tipo. Segundo, por lo general, todas las teorías de la conspiración conducían al gobierno de los Estados Unidos. ¿Por qué esta no?
@QuantumC por si lo estás pensando, tampoco es de los chinos, ni de los rusos”.
En efecto, lo había pensado y comenzaba a creer que “alguien” usaba la interfaz como una forma de control sobre la Red, para a su vez controlar a sus usuarios. Pero, si no eran los gobiernos de las súper potencias, ¿quién estaba detrás?
@Dfield si sigo tu razonamiento, solo puedo concluir que te rayaste. A quién puede importarle más el control que a los gobiernos?
@QuantumC la respuesta es tan simple como descabellada y está justo frente a tus ojos en este momento”.
Lo único que Quantum C tenía frente a sus ojos eran las pantallas del móvil y del televisor. Las palabras de Dfield carecían de sentido, pero el corazón se le había acelerado y sintió el pecho oprimido.
@QuantumC todo lo ven, todo lo oyen, todo lo registran. Ahí, frente a tus ojos controlan tu vida. Bienvenido a la tiranía de las pantallas”.
Repentinamente el teléfono se apagó y la luz se cortó en todo el sector, dejando a Quantum C completamente helado. Esa noche, no podría dormir.


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